martes, 23 de diciembre de 2008

SOLAMENTE


ya comprendo la verdad

estalla en mis deseos

y mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad

ahora
a buscar la vida.

martes, 9 de diciembre de 2008

Para nunca más volver

Rumbo a lo ajeno me dirijo.
Sin dirección.
Extraviándome de mi hoy agitado, de mi hoy agrietado, de mi hoy que terminará cuando me digne a cerrar los ojos, ojos cansados que miran sin ver.
Nada me queda por descubrir bajo este techo húmedo, busco formas tontas en las manchas grisáceas de las paredes. Mi pieza, sin piezas, rompecabezas desunidos, juguetes extraviados que se buscan y no se encuentran, pedazo de niñez rasgando los ladrillos del balcón que da a la calle, en una cuadra, donde la gente es cuadrada, donde los saludos se olvidan de saludar, donde la basura se amontona y las miradas se extravían entre los desechos tóxicos.
Me intoxico en este barrio, no puedo respirar porque el aire es compartido, y si le pido permiso al vecino, me manda a mudar.
-Yo con mucho gusto me iría doña
-Pero sabe, no tengo un mango, y menos ganas de estarle explicando.
Mis ratos aburridos se pasan horas en el sillón, mi mano pausadamente escribiendo un destino. Es momento de formar mis pasos, es tiempo de pisar firme el suelo y observar donde estoy parada, donde me mantengo en pie.
Y seguir, siempre seguir.
Mil recuerdos vagando por los pasillos de la casa, y mi cerebro sin lugar para archivar más porquería, (bastante tengo en los cajones) sobresalen papeles de todos los tipos, de varios colores y formas; invitaciones a fiestas, cartas repletas de mentiras, recortes de diarios, dibujos vencidos, chicles uniendo hojas.
Tristeza trae insomnio.
Tristeza no te conozco.
Insomnio no recuerdo, duermo, vivo, durmiendo voy viviendo, clonándome en otros cuerpos, en mentes más dementes.
Historias prestadas encarnándose en mi ser. En mí no es, de mi ser, no soy.
Camuflaje tridimensional, túneles etéreos de sueños okupados.
Coloridos recorridos cerebrales tambalean mi anatomía, "me siento (mé) parte"... al medio un rayo sonámbulo, refriego mis párpados y se despiertan mis pupilas...
Dilatadas
Mañanas de mates lavados, traigo encima una resaca jodida de noche dormida que se desveló. Mientras velo mis lagañas, chupo un verde que me revive los oídos.
Melodías matutinas, instrumento casero de viento calienta mi panza que croa como las ranas.
Abro la alacena, hay pan de ayer para comer, disfrazo con pintura de membrillo unas rebanadas de tostadas que saben mejor que mi aliento. Me olvidé de lavarme los dientes, se me van a pudrir las encías y el dentista no cobra en caries... (Millonario lo haría). Yo tiro más a pobre que a otra cosa, de plata y de emoción.
La primera me da arcadas, la segunda está en proceso de migración.
Rumbo a lo ajeno me dirijo.
Sin dirección.
¡Para nunca más volver!